Madre
nuestra que estás en nosotros desde que con el Padre Sol y la Hermana Agua
crearon el primer ser humano
Santificado
sea tu nombre
Permítenos
ayudarte a conservar tu reino
Hágase
tu voluntad, pero ojalá sea por las buenas, aunque entendemos que debes estar
muy molesta por nuestras ofensas.
Síguenos
dando nuestro pan de cada día
Y no
permitas que la tentación de ignorarte y de abusar de tu generosidad maternal,
continúe impulsando nuestras acciones.
Ayúdanos
a entender que nuestra mayor riqueza es la Vida, pero que la vida individual
sólo es posible si nos reconocemos como parte tuya.
Ayúdanos
a entender que la vida humana sólo es posible si nos comprometemos a defender
todas las demás formas de vida que has dado a luz y que comparten con nosotros
tu reino.
Si nos
condenaste a los seres vivos a esa maravilla que han sido cuatro mil millones
de años de existencia en tu biosfera,
Perdónanos
nuestros errores a los seres humanos
Y
danos "una segunda oportunidad sobre la Tierra"
Gustavo Wilches-Chaux
Abril 22 de 2015
María Lourdes Zimmerman y Alberto Castaño me invitaron a escribir estas notas con motivo del Día de la Tierra. Las leí en su programa BLU Verde
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